Susurros Universales

 En juegos de la vida, Maktub nos unió,

como algo planeado antes del todo,

cuando por fin nos encontramos, Tiam brillo en tus ojos,

como si no hubiera podido ser perfecto de otro modo.

 

En el momento que supe que un Raabta nos unía,

un vínculo que por más que lo rechazara, nunca se iría,

me encontré Maitemindu, enormemente herida de amor,

cada acción y detalle comenzó a cobrar color.

 

En mi soledad, el aire susurraba Iktsuarpok,

mi corazón inquieto, te esperaba en secreto,

sorprendiéndome deseando que tu mi Habibi pudieras ser,

y este sentimiento lo único que hace es crecer.

 

Fuiste como un aliento de Wabi-sabi, que, en efecto,

me mostro que las imperfecciones te hacen perfecto,

mi interior en Agape hiciste vibrar,

ya no hay nada en este mundo que ti me pueda separar.

 

Me enseñaste a ver el lado Ziba de la vida,

me ofreciste luz, cuando estaba perdida

halle mi Cwtch en tus brazos,

que mantiene unidos mis pedazos.

 

Que abrumador fue descubrir que Piwkenyeyu desde hace tiempo,

que pensarte se volvió mi pasatiempo,

pero aún más impactante fue admitir que tu Szibem,

que sin ti no puedo respirar, te necesito para avanzar.

 

Tener tantas ganas de Kuyayki poder gritarte,

de al fin dejar de solo admirarte,

de que entiendas que siento Prema por ti con honestidad,

que lo que siento no es más que la verdad.

 

Siento el Dor cada que no te veo,

del eco de tu voz soy reo,

el Viraha posee mi pecho,

prometiéndome que volverte a ver es un hecho.

 

Desearía que lo nuestro fuera Aeternum,

poder todos los días tu voz oír y en tus ojos morir,

aunque que nuestro destino es decirnos Tupananchiskana,

esperando volvernos a encontrar y poderte todo confesar.

Con todo mi cariño,
Madame Emilie Dupont



Comentarios