Me rompí en mil pedazos,
Desperté y me levanté con mis temblorosos brazos,
Las grietas naciendo en mi ser,
Tratando de disimularlas sin poder.
Las imperfecciones me miraban,
Mostrándose repugnadas ante mi fragilidad,
En un arranque cubrí mis
cicatrices de oro,
y al mirarlas brillar, supe
que no fallaban
Así que comencé a unirlas con dorado en su
totalidad.
Ya no le tengo miedo a mis cicatrices,
hoy las veo como arte que presumir,
Somos luz dorada, tejida en matices,
renacida en oro, aprendí a seguir.
Con todo mi cariño,
Madame Emilie Dupont

Comentarios
Publicar un comentario